Sarah Kim is a freelance journalist and writer. She holds a B.A. in Political Economy from Barnard College, Columbia University and M.S. from Columbia Journalism School. Her master's thesis project chronicled the various ways the justice and healthcare systems failed domestic violence survivors with disabilities. Sarah herself lives with cerebral palsy.
Her journalistic work focuses on the intersectionality of race, socioeconomic status, culture/entertainment, and politics on people with disabilities, particularly women. Sarah has written for TIME, Forbes, Glamour, The Daily Beast, The Mighty, Teen Vogue, Huffington Post, Columbia Journalism Review, and more. When she is not doing journalism, she works on a book in collaboration with Marcalee Alexander on sexuality and disability.
Las enfermedades neumocócicas son un término general para las infecciones causadas por la bacteria denominada neumococo. Hay más de 90 tipos de neumococos y son la causa principal de neumonías extrahospitalarias (CAP, por sus siglas en inglés). La CAP es el tipo de neumonía que las personas contraen en entornos comunitarios no clínicos.
La neumonía es una infección grave de los pulmones. Cuando tienes una infección bacteriana, vírica o fúngica, se puede acumular mucosidad o pus en los alvéolos de los pulmones. Si tienes neumonía, la acumulación evita que el oxígeno se transfiera al torrente sanguíneo, lo que dificulta la respiración.
¿Cuál es la conexión entre la gripe y la neumonía?
La influenza, también conocida como la gripe, es una infección vírica específica de las vías respiratorias, y es una de las causas más frecuentes de neumonía. A diferencia de las enfermedades neumocócicas, la gripe no puede tratarse con antibióticos.
“La influenza trabaja en conjunto con la neumonía”, dijo William Schaffner, M.D., un profesor de enfermedades infecciosas de Vanderbilt University Medical Center [Centro médico de Vanderbilt University]. El Dr. Schaffner agregó que las vacunas contra la gripe pueden ser útiles para evitar la neumonía.
¿Quién puede contagiarse de enfermedades neumocócicas y cómo?
La bacteria neumocócica afecta principalmente a los infantes, niños pequeños y personas de la tercera edad. La enfermedad se transmite mediante contacto directo de líquidos corporales, tal como cuando alguien tose o estornuda. A veces las personas transportan la bacteria en sus narices sin enfermarse y transmiten la enfermedad a otras personas.
“Los niños son portadores importantes y [propagadores] del neumococo”, dijo el Dr. Schaffner. “Pueden traerlo a casa y transmitir estas infecciones a sus padres, abuelos y vecinos”.
Las vacunas neumocócicas son parte del cronograma de inmunización durante la niñez, lo que significa que se recomienda que todos los niños se vacunen contra la enfermedad. El Dr. Schaffner dijo que el programa de vacunas ha eliminado virtualmente enfermedades neumocócicas graves de niños pequeños.
Sin embargo, los niños todavía pueden transmitir la enfermedad a personas adultas de 65 años o más. Y adultos de edad avanzada tienen más posibilidades de morir de una infección debido a condiciones preexistentes.
Los factores de riesgo para las enfermedades neumocócicas en las personas adultas incluyen:
Enfermedades cardiacas, hepáticas o pulmonares crónicas
Algunas condiciones que comprometen el sistema inmunológico tales como trasplantes de órganos, el VIH o anemia drepanocítica
¿Cuán graves son las enfermedades neumocócicas?
Según los CDC [Centros para el control y prevención de enfermedades], las enfermedades neumocócicas causan aproximadamente 150,000 hospitalizaciones al año. En 2019, la meningitis neumocócica y la bacteriemia, bacterias en la sangre, causaron aproximadamente 3,250 muertes en Estados Unidos.
Alrededor de uno de cada seis adultos de edad avanzada muere de meningitis neumocócica cada año.
¿Cuáles son los síntomas frecuentes de las enfermedades neumocócicas?
Aunque hay muchos tipos diferentes de enfermedades neumocócicas, hay algunos síntomas en común. Estos incluyen fiebre, sensibilidad a la luz, dolor de oídos, dolor de pecho, dolor de garganta, dificultad para respirar, pérdida del apetito, confusión, tos y dolor de cabeza.
¿Cómo se tratan las enfermedades neumocócicas?
Las enfermedades neumocócicas se pueden diagnosticar frecuentemente haciendo pruebas de sangre, orina o del líquido que rodea a tu cerebro y médula espinal (líquido cefalorraquídeo). Cuando se identifica una bacteria específica, los doctores usan un antibiótico que ataca a esa bacteria en forma dirigida para tratar la infección.
¿Pueden las vacunas prevenir las enfermedades neumocócicas?
Las vacunas pueden prevenir las enfermedades neumocócicas. Hay dos tipos de vacunas neumocócicas en EE.UU.:
Vacunas neumocócicas conjugadas (PCV13, PCV15 y PCV20)
La vacuna neumocócica polisacárida (PPSV23)
Las vacunas PCV tienen una proteína portadora que incrementa su eficacia y las PPSV no. A pesar de eso, ambas vacunas son eficaces contra las bacterias neumocócicas más frecuentes. Se recomienda la PPSV23 como un refuerzo para las personas que tienen ciertas condiciones subyacentes después de que hayan recibido una vacuna conjugada.
Hay dos cronogramas recomendados de vacunación, uno para niños y otro para adultos. Lo mejor es preguntar a tu proveedor de servicios médicos que es lo óptimo para ti.
Después de la vacunación, efectos colaterales frecuentes pueden incluir sueño, pérdida de apetito, fiebre, mala calidad del sueño e irritabilidad.
Es importante mencionar que estas vacunas proporcionan una buena protección, pero no es total y es posible enfermarse después de vacunarse. Además, puesto que existen tantas cepas, podrías volver a infectarte incluso después de haberte enfermado.
Actualmente, las vacunas son las únicas medidas preventivas para las enfermedades neumocócicas. Así que lo mejor es vacunarse lo más pronto posible. Según el Dr. Schaffner, “las vacunaciones son clave para prevenir enfermedades neumocócicas graves”.