Cuando Claudia Perez-Favela, madre de dos hijos en California, experimentó períodos menstruales irregulares y sangrado abundante, le preocupó que pudiesen ser síntomas de cáncer.
Sabía que tenía antecedentes familiares de cáncer ginecológico, pero no podía tener una consulta con un doctor inmediatamente porque no tenía seguro. Después de obtener un seguro médico, trató de programar una consulta con un ginecólogo, pero había un número limitado de proveedores médicos en su pueblo y tuvo que esperar varios meses para tener una consulta.
Después de tener una consulta finalmente con un proveedor de atención médica y de que se hagan varias pruebas, Perez-Favela dijo que le diagnosticaron displasia cervical (un trastorno precanceroso en la cual células anormales se desarrollan en el cuello uterino) de una cepa agresiva del virus del papiloma humano (VPH). Debido a sus antecedentes familiares y al diagnóstico de displasia, Perez-Favela tuvo una histerectomía.
Perez-Favela dijo que tener acceso a atención médica es difícil en áreas rurales. "Las examinaciones preventivas son muy importantes. Pero en pueblos pequeños no hay muchos doctores ni especialistas y los tiempos de espera para tener una consulta pueden ser de varios meses. Si hubieran habido más retrasos para tener la consulta con el doctor, mi trastorno se hubiese convertido en algo mucho peor".
Perez-Favela no es la única.
Los desiertos sanitarios implican dificultades para la atención preventiva
Los desiertos sanitarios, áreas geográficas en las cuales hay un acceso limitado a atención médica, afectan a millones de estadounidenses. Instalaciones médicas limitadas, dificultades financieras y una falta de seguro médico y transporte a consultas médicas empeoran el problema.
Las pruebas de prevención del cáncer también pueden ser un desafío significativo en áreas rurales. Los Centros para la prevención y control de enfermedades reportan que casi el 93% de cánceres cervicales pueden prevenirse con pruebas Papanicolaou y del VPH y vacunas contra el VPH. Pero para pacientes rurales con acceso limitado a pruebas, pueden haber ramificaciones graves, incluyendo mayores tasas de mortalidad de cánceres prevenibles.
"Proporcionar atención en comunidades rurales tiene desafíos únicos. Muchos pacientes viven a distancias significativas de las clínicas u hospitales, lo que implica que la atención preventiva (pruebas Papanicolaou y del VPH) frecuentemente se retrasan o se omiten. Barreras de transporte, una disponibilidad limitada de consultas y menos proveedores en estas regiones hacen que sea más difícil para pacientes someterse a pruebas en forma oportuna", dijo Michael Schifano, D.O., ginecólogo obstetra certificado de Heartland Women’s Healthcare en Advantia, Illinois.Los cierres de hospitales y las exclusiones de Medicaid afectan a las comunidades rurales

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Expertos reportan que durante la última década varios factores, incluyendo cierres de hospitales, recortes presupuestarios, una falta de especialistas y escasez de personal después de la pandemia, han empeorado las cosas en las áreas rurales.
La atención obstétrica y ginecológica ha sido particularmente afectada, 267 hospitales rurales dejaron de proporcionar atención obstétrica entre 2011 y 2021 y casi 100 hospitales rurales redujeron sus servicios o cerraron, afectando a más de 16 millones de personas, en la última década.
"La escasez de trabajadores obstetras y ginecológicos limita las pruebas y la prevención. Si no hay suficientes proveedores, las pacientes no solo omitirán pruebas rutinarias de Papanicolaou y del VPH, sino que también no tendrán oportunidades de recibir vacunaciones contra el VPH, que es una forma demostrada de prevenir cánceres cervicales antes de que empiecen", dijo Schifano.
Las comunidades marginadas experimentan mayores tasas de disparidades de atención médica
Investigadores de la Universidad de Chicago determinaron que los cierres de hospitales afectan desproporcionadamente a comunidades de raza negra. Las mujeres de raza negra de áreas rurales también tienen un mayor riesgo de cáncer cervical. Las investigaciones indican que las mujeres de raza negra en la región Delta del Mississippi enfrentan barreras significativas para tener acceso a pruebas de cáncer cervical y tienen un mayor riesgo de morir por esta enfermedad.
Algunos estados han hecho que sea más difícil obtener un seguro médico para comunidades marginadas. Bajo la ley de asistencia sanitaria asequible, se permitía a los estados expandir la cobertura de Medicaid para adultos con ingresos de hasta el 138% del nivel de pobreza determinado a nivel federal. Diez estados (Alabama, Florida, Georgia, Kansas, Mississippi, Carolina del Sur, Tennessee, Texas, Wisconsin y Wyoming) rechazaron la expansión, dejando aproximadamente 1.6 millones de personas, la mayoría de raza negra y latinas, sin acceso a un seguro médico.
Las clínicas que funcionan en pueblos pequeños también están perdiendo su financiamiento. En 2018, el gobernador republicano de Carolina del Sur, Henry McMaster, emitió una orden ejecutiva excluyendo al programa Planned Parenthood [Paternidad planificada] de la lista estatal de proveedores de Medicaid. Planned Parenthood , que reporta que el 76% de sus clínicas se encuentran en áreas desatendidas, presentó una demanda en contra de esa orden.
Si bien algunas clínicas de Planned Parenthood proporcionan servicios de terminación del embarazo (los abortos se prohibieron en Carolina del Sur para embarazos de al menos seis semanas), los abortos nunca tuvieron cobertura de Medicaid. Planned Parenthood proporciona muchos otros servicios médicos, incluyendo pruebas de prevención del cáncer (pruebas Papanicolaou y examinaciones de mamá), pero el estado bloqueó el financiamiento de todos los servicios médicos de Planned Parenthood.
El 26 de junio de 2025, la Corte Suprema decidió, con un voto de 6 a 3, ratificar la orden de Carolina del Sur de excluir Planned Parenthood de Medicaid. Expertos reportan que este dictamen podría tener consecuencias trascendentales para clínicas en todo el país.
"Eliminar el financiamiento para clínicas que proporcionan examinaciones preventivas es peligroso", dijo Heather Bartos, M.D., ginecóloga obstetra certificada en Texas y miembro del consejo de asesoría de la salud de HealthyWomen.
Los recortes presupuestarios federales inminentes afectarán significativamente el acceso a atención médica
H.R.1, el proyecto de ley de gastos federales que el presidente Trump firmó para que se haga ley del 4 de julio de 2025, recorta miles de millones de dólares de financiamiento de Medicaid y de programas médicos críticos. Centros médicos, hospitales y clínicas móviles que proporcionan servicios a comunidades rurales podrían ser los más afectados.
"Los recortes presupuestarios federales bajo H.R.1 empeoran las cosas exponencialmente para pacientes rurales. Estas áreas ya tienen dificultades y ahora que se recorten miles de millones de dólares, habrán preocupaciones graves", advirtió Bartos.
La telemedicina puede ser una herramienta importante para incrementar el acceso, pero una falta de financiamiento para programas de telesalud y servicios limitados de internet de alta velocidad en algunas áreas rurales impiden que los pacientes participen en consultas virtuales.
Bartos dijo que los proveedores deberían ofrecer consultas de telesalud cuando esto sea posible. "Algunas consultas médicas deben hacerse presencialmente, pero a menudo las consultas de seguimiento pueden ser virtuales. Si la única manera en que se puede examinar a un paciente es de forma virtual y la alternativa es que no se haga la consulta, entonces debería realizarse una consulta bajo la modalidad de telesalud".
Después de que el tratamiento contra el cáncer termina, los pacientes rurales experimentan dificultades en lo que se refiere a la atención de seguimiento
Emily Hoffman, sobreviviente de cáncer cervical en Iowa, dijo que después de que su tratamiento contra el cáncer terminó, el acceso a atención de buena calidad se convirtió en un problema aún mayor.
Hoffman vive en un pueblo pequeño y tenía que viajar aproximadamente 45 minutos de vida y 45 minutos de regreso para sus consultas de tratamiento contra el cáncer. Pero cuando el tratamiento terminó y Hoffman ya no tenía cáncer, empezó a sentirse más enferma que durante el tratamiento.
Hoffman empezó a tener un dolor grave en sus intestinos y le diagnosticaron enteritis por radiación, una inflamación del intestino debido a la radiación. Le refirieron a un gastroenterólogo local, pero los proveedores médicos de su comunidad no tenían experiencia para tratar su trastorno.
"El cáncer no termina con el tratamiento. Pasé cuatro años siendo referida a muchos doctores gastrointestinales diferentes. Tuve consultas con muchos doctores tratando de recibir ayuda y pasé mucho tiempo en cama durante esa década", dijo Hoffman.
Después de cuatro años, finalmente le refirieron a la Clínica Mayo. En la Clínica Mayo, Hoffman probó varias opciones para tratar su trastorno y eventualmente empezó con alimentación IV y sus síntomas mejoraron significativamente. Hoffman indica que está mejor y ahora trabaja como defensora de derechos de pacientes, pero las limitaciones que experimentó para recibir la atención que necesitaba tuvieron un impacto enorme en su calidad de vida.
En lo que se refiere a Perez-Favela, ella defiende los derechos de pacientes de cáncer, especialmente en comunidades rurales. "Sigo luchando para que personas tengan acceso a una mejor atención médica y comparto mi opinión en contra de recortes presupuestarios que perjudicarán a pacientes. El cáncer no discrimina y puede afectar a cualquier persona", dijo.
Este recurso educativo se preparó con el apoyo de Merck.
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